La expulsión de los Jesuitas conllevó el cierre del colegio. La Diputación ideó tres posibles usos para el edificio. "Piensan primeramente convertirle en casa correccional de mujeres [...]. Se le quiere también destinar [...] a casa general de beneficencia para los hijos de la provincia [...]. más racional creemos el proyecto de formar un instituto de educación secundaria..."